Evita accidentes invisibles. Revisa y renueva tus cascos
En los entornos industriales, la seguridad es esencial y un casco adecuado es vital. Saber cuándo reemplazar tu casco de seguridad garantiza protección frente a accidentes y lesiones. Aunque tu casco parezca en buen estado, con el uso diario, golpes o exposición al sol, puede perder eficacia. Por eso es importante revisar regularmente el estado de tu casco y conocer la manera correcta de cambiarlo, asegurando siempre su capacidad de protección.

En este artículo te explicamos cuándo y por qué debes reemplazar tu casco, y qué características considerar al elegir uno nuevo para asegurar la protección adecuada en el trabajo diario.
¿Cuándo es importante reemplazar tu casco de seguridad?
El casco está diseñado para absorber impactos y reducir el riesgo de lesiones graves. Sin embargo, con el uso continuo, los materiales de la cúpula y la suspensión interna se deterioran. Esto significa que, aunque el casco se vea “bien”, puede que ya no cumpla su función principal: protegerte eficazmente. La exposición al sol, el calor, productos químicos o golpes durante la jornada laboral aceleran este desgaste.
Señales de que debes reemplazar tu casco:
- Fisuras, golpes visibles o deformaciones en la cúpula.
- Cambios de color (de brillante a opaco o amarillento), indicando desgaste por rayos UV.
- Suspensión interna dañada, seca o floja.
- Sensación de menor firmeza al ajustarlo.
- Fecha de fabricación mayor a 3-5 años, aunque se vea bien.
Recomendación: Revisa el casco trimestralmente y la suspensión internamente cada 12 meses, mínimo.
¿Qué tipo de casco debemos elegir al renovarlo y dependiendo del uso?
Cascos con suspensión de 4 puntos
- Proporcionan buena absorción de impacto.
- Son cómodos y ligeros.
- Recomendados para jornadas estándar o riesgos moderados.
Cascos con suspensión de 6 puntos
- Ofrecen mayor distribución y disipación de energía en un golpe.
- Tienen un ajuste más estable, reduciendo movimientos.
- Ideales para construcción, trabajos en altura y maniobras de alto riesgo.
Ambas opciones son seguras, la elección dependerá del tipo de actividad y nivel de exposición.
Reemplazar tu casco de seguridad a tiempo no es un gasto, sino una decisión preventiva que protege tu salud y bienestar. Un casco en buenas condiciones marca la diferencia entre un accidente menor y una lesión grave.
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